viernes, 31 de mayo de 2013

"Nuestro Perú es un país rico en diversidad cultural"
 LA FLORA Y LA FAUNA
DE LA LIBERTAD

El Departamento de La Libertad se ubica en el norte del Perú y ocupa una larga porción de costa del Océano Pacífico así como gran parte de este territorio abarca una sección de la Cordillera de los Andes. Fue creado el 12 de febrero de 1821. A partir del segundo proceso de regionalización, se constituye en una región con un gobierno autónomo. Tiene como capital a la ciudad de Trujillo
La Libertad se ubica en la costa norte del Perú. Por el norte limita con la Región Lambayeque; por el sur con la Región Ancash y con la Región Huánuco; por el este, con la Región San Martín y la Región Cajamarca y por el oeste con el Mar de Grau. Como oasis en el desierto, sus valles costeros son fértiles, al igual que los interandinos. Esta región se extiende hacia el oriente, con territorios bañados por el caudaloso río Marañón. Sus playas tienen también una gran riqueza marina gracias a la Corriente de Humboldt o Corriente Peruana. Además, La Libertad es el único departamento del Perú que abarca las 3 regiones naturales: Costa, Sierra y Selva.



 

FLORA

En la flora de la costa encontramos: gramadales, lomas Tilandsiales, cactáceas y montesribereños. Todas estas formas de vegetación tienen por virtud el haberse sabido adaptar a lacarencia de precipitaciones. Las lomas aprovechan las nieblas cargadas de humedad que enlos meses de mayo a agosto se estrellan contra las laderas de algunas zonas de la costa. Deesta manera, al inicio de la primavera ocurre una explosión de color y vida en estos espacios.Las lomas más conocidas son las de Atiquita en Arequipa y las de Lachay en Lima

SANTUARIO NACIONAL CALIPUY

Tiene una extensión de 4 500 hectáreas. Protege uno de los rodales más grandes de la puya o cahua (Puya Raimondi), una especie de flora silvestre que tiene la inflorescencia más grande del mundo y constituye un valioso recurso biológico. Perteneciente a la familia de las Bromeliáceas, crece sólo en laderas expuestas al sol y en suelos de buen drenaje. A pesar de que vive más de 100 años, florece una sola vez en un proceso que dura 9 meses, para luego morir paulatinamente. En este lapso se puede ver decenas de picaflores y otras aves revoloteando a su alrededor. Las demás plantas que habitan en el Santuario son de porte pequeño o medio, semileñoso y herbácea, y se distribuyen sobre terrenos de tipo pedregoso o rocoso. La flora, principalmente semileñosa, es más abundante sobre las laderas de los cerros. Entre las especies de fauna silvestre destacan mamíferos como el zorro andino, el venado cola blanca y la vizcacha. Entre las aves podemos mencionar, de la familia Tinamidae, la perdiz serrana; de la familia Falconidae, el halcón perdiguero, la chinalinda o guarahuau; y de la familia Psittacidae, el perico andino.
Creada en 1981, se extiende sobre 60 000 Ha en la zona altoandina del departamento de La Libertad y es uno de los últimos refugios del guanaco, especie actualmente en grave peligro de extinción.

El guanaco -uno de los camélidos silvestres, junto con la vicuña- es también el que mejor se ha adaptado a zonas de distinta configuración. Este camélido abundó en la Patagonia y en Tierra del Fuego y constituyó componente fundamental de la dieta de los indios patagones y onas. Lamentablemente la población de guanacos ha descendido drásticamente, no sólo debido a la caza irracional de que ha sido objeto -siempre como fuente de carne y pieles- , sino también a la amenaza que ha significado para su subsistencia la introducción de ganado ovino en territorios que antes le pertenecieron.

Muy cerca de la reserva, se ubica uno de los rodales más grandes de la puya Raimondi (Puya raimondii) también llamada santón, titanka o keshke, una de las plantas más raras de todo el planeta. Para protegerla se estableció en 1981 el Santuario Nacional de Calipuy, sobre una superficie de 4 500 Ha.

Crece sólo en laderas expuestas al sol y en suelos de buen drenaje. Dicen los naturales que crece por espacio de 100 años y florece una sola vez. En efecto después de haber florecido, la planta muere.


RESERVA NACIONAL DE CALLIPUY


Con una extensión de 64 000 hectáreas, la Reserva alberga una población de guanacos de más de 600 individuos. Otras especies de fauna protegida que habita esta zona son el puma, el zorro costeño, la vizcacha, el oso de anteojos, el cóndor, el gallinazo de cabeza roja, el gallinazo de cabeza negra, el loro de frente roja, la perdiz, el lique lique y la tórtola cordillerana. El hábitat por naturaleza del guanaco, la vizcacha, el zorrino y el zorro andino es la sierra esteparia, una tierra desértica de cactus y tolares. También se puede encontrar reptiles como el jergón y el casalillo. La flora está conformada por especies semileñosas y herbáceas de porte pequeño a mediano que se distribuyen sobre terrenos rocosos siendo más abundante sobre las laderas de los cerros. En estos ambientes también se presentan numerosas cactáceas y suculentas. Uno de los principales atractivos turísticos de Calipuy son los restos arqueológicos que se encuentran en diferentes localidades de la Reserva. Los principales objetivos de la Reserva Nacional de Calipuy son: conservar las poblaciones de guanaco así como la flora y fauna silvestres; promover la investigación científica de los recursos naturales de la región, y estimular y controlar el desarrollo turístico, fomentando el desarrollo socioeconómico regional.
La Reserva Nacional de Callipuy está situada en Santiago de Chuco y Virú

BOSQUE DE PROTECCIÓN PUQUI SANTA ROSA

Creado el 2 de septiembre de 1982, mediante Resolución Suprema Nº 0434-82-AG/DGFF, este bosque es un oasis en medio del desierto del norte. Los objetivos más importantes de este Bosque de Protección son: asegurar el abastecimiento de agua proveniente del Puquio Santa Rosa; conservar los suelos, proteger la infraestructura vial, centros poblados y tierras agrícolas; y preservar el bosque como factor regulador del ciclo hidrológico y climático de la zona.
El bosque se encuentra ubicado en la provincia de Trujillo, distrito de Virú. Tiene una extensión de 72,50 hectáreas.

FAUNA


En la Costa del Pacífico del Perú, la cordillera de los Andes es el rasgo geográfico geológico más importante que corre relativamente junto al mar, con rumbo variable, constituyendo el esqueleto rocoso que da forma al litoral. La zona litoral es una zona árida intertropical que posee un clima cálido y seco debido al efecto de la Corriente marina fría de Humboldt, que fluye de sur a norte a lo largo de la costa. Las neblinas que se forman en el mar penetran algunos kilómetros tierra adentro pero no llegan a precipitar lluvias. Los valles costeros aparecen como “oasis fluviales” que están formados por suelos aluviales, depositados por los ríos. En esta región la vegetación falta casi por completo y sólo en las orillas de los ríos y en ciertos lugares próximos al mar hay vegetación arbustiva permanente.


En la costa norte del Perú, en el Departamento de la Libertad, Provincia de Trujillo, Distrito de Huanchaco, cerca al balneario de Huanchaco y a 50 m de la línea costera del Océano Pacífico se encuentra ubicado el Balsar de Huanchaco.
En el Balsar el clima es semicálido, con temperaturas que varían entre los 15 y 28 ?C, la humedad relativa es de 82% y las precipitaciones son menores a 150 mm. Los suelos superficiales son arenosos con limitado potencial para el uso agrícola y pecuario. El agua de las pozas de los totorales es salobre y de origen subterráneo; probablemente combinada con filtraciones de aguas marinas, dada su ubicación a menos de 100 m de la orilla del mar.
Aunque no se ha realizado un estudio exhaustivo de los componentes bióticos del área, se han registrado de manera preliminar 16 especies de Fanerógamas y 48 de algas. La vegetación es halófita, sumergida y anfibia. En relación a la fauna se han identificado 32 especies de invertebrados y 30 especies de aves acuáticas entre residentes y migratorias.
El Balsar, un humedal único en la costa peruana, por su carácter artificial, tiene una superficie de 46.72 ha. Presenta 160 pozas, donde se cultiva la totora (Scirpus californicus), que en su mayor parte crece de manera vigorosa. De la totora los pescadores construyen el “caballito de totora”, que les permite incursionar en el mar para el desarrollo de la pesca artesanal, la cual constituye una importante fuente de recursos económicos para su subsistencia.
Estos humedales usando el Sistema de Clasificación para Tipos de Humedales de la Convención Ramsar, están bajo la categoría de Humedales Hechos por el Hombre, debido a que están constituidos por pozas artificiales.
Desde muy niños, los huanchaqueros (Habitantes de Huanchaco) aprenden que cuando la planta anfibia llamada totora (scirpus) alcanza su máxima altura, (lo que ocurre sólo una vez al año), es el momento de cortar por la base y ponerla a secar en la arena hasta que adquiera su inconfundible color dorado. Entonces, manos diestras prensan los carrizos con una “huangana” (cordel grueso), comenzando por la popa, es decir por la parte de atrás, que es más ancha, y que se angosta gradualmente siguiendo la forma del junco hasta formar una fina proa o “chusca”, arqueada, que según nos explica Mercedes Ucañan sirve para cortar el oleaje y darle dirección a la nave. Sólo los caballitos de Huanchaco tienen la proa en punta y ligeramente volteada hacia arriba, como la “quilla” de la famosa tabla hawaiana que tiene en estas naves sus antecedentes más antiguos. La prueba de que los caballitos de totora existen desde tiempos inmemoriales, se encuentra en la cerámica Virú, que en diferentes piezas artísticas muestra reproducciones idénticas que data de 200 años antes de Cristo, así como en los vasos denominados “Gallinazos” que tienen 2,200 años de antigüedad.
En lengua muchic se les llamó “tup”, pero los españoles los bautizaron como “caballitos” porque los nativos montaban en ellos cual si se tratara de corceles, y así lo continúan haciendo hasta hoy muchos de sus actuales descendientes; los curtidos pescadores del legendario Muelle de Huanchaco. Una vez en tierra, las embarcaciones son depositadas sobre la arena cual vigías en perfecta formación a la espera de una nueva faena.
Un sacerdote español observa en sus apuntes que,”eran muchos y cada uno en su balsilla caballero o sentado a porfía cortando las olas del mar, que es bravo allí donde pescan, parecían tritones o neptunos que pintan sobre el agua…” Cada hombre llevaba consigo una bolsa de red llamada “calcal”, con anzuelos de varios tamaños, que todavía hoy en día se emplean para la pesca artesanal en varias caletas de la costa.
En sus investigaciones sobre el tema, la historiadora María Rostworowski ha encontrado que el empleo de esta balsa, durante el siglo XVI, abarcaba un amplia franja costera, que iba desde el norte de Lambayeque hasta la zona de Pisco, en el departamento de Ica.
Con el paso del tiempo su uso se redujo debido principalmente a la desaparición progresiva de los totorales, quedando Huanchaco, en la Libertad, y Pimentel y Santa Rosa, en Lambayeque, como solitarios reductos donde aún se conserva la costumbre ancestral de utilizar la caña de Guayaquil cortada en dos, a lo largo, como remo, y el ancla, que no es otra cosa que una piedra atada con cuerdas.
El antiguo peruano podía saber si la pesca iba a ser buena con sólo observar las tonalidades del mar, el cardumen, o el comportamiento de la luna en relación con la marea, de acuerdo a ello se decidía si las condiciones eran propicias para hacerse a la mar.
Inexorable extinción, Pero esta sabiduría empírica, asociada a la cultura marina que, como en Huanchaco, se desarrolló en gran parte del litoral, corre el peligro de extinguirse a causa del cada vez más escaso interés que existe hacia esta actividad. Sólo uno de los seis hijos de Mercedes Ucañan apoya a su padre en las faenas de pesca, “los otros han emigrado a Lima, porque acá la vida cada vez es más dificil”, afirma el pescador en tono resignado.
El desaliento tiene que ver con la escasez de los recursos marinos. Una escasez originada por la presencia de barcos arrastreros, a los que los pescadores culpan de depredar el mar.
Pero otra de las causas de esta crisis es la dificultad para obtener la totora, la modernización y acelerada urbanización de Huanchaco ha producido el desecamiento de sus lagunas, debido al excesivo bombeo de las aguas del subsuelo.
El antropólogo Bernardo Alva sostiene que se repite el mismo fenómeno que aconteció en los años 40 en Chan Chan, cuando los pescadores nativos se vieron obligados a transplantar las raíces y tallos de sus estanques, porque la presencia de la agricultura migratoria en sus inmediaciones terminó por secar por completo los suelos.
En el terreno árido de la ciudadela, el único vestigio que actualmente observa el visitante son unas pequeñas matas desperdigadas, pálida sombra de los que antes fueron extensos y florecientes totorales.
En Huanchaco los pescadores se han visto obligados a organizarse comunalmente para aprovechar las 40 pozas o balsares, de donde se proveen de la materia prima para elaborar sus caballitos de totora. Los totorales constituyen un microsistema ecológico en el que habitan diversas especies de peces de agua dulce, insectos y una curiosa avecilla que se alimenta exclusivamente del gusano que parasita la totora, favoreciendo su crecimiento.
Pero, durante los últimos tres años, por lo menos una docena de totorales han sido quemados y sepultadas sus pozas con desmonte en un fallido intento de urbanizar toda el área.
Si este incontenible avance del concreto continúa, en pocos años, lo único que quedará de los herederos de la cultura Chimú será el mudo recuerdo plasmado en los frisos de aves y peces en bajo relieve de la ciudadela de Chan Chan.
Los Ucañan, Huamanchumo, Chinchihuaman, Chumbe, y otros, que conforman las 160 familias nativas que viven en Huanchaco habrán perdido la batalla, y con ellos el Perú un trozo vivo de su historia.
“Será porque no enos tenido la justicia de a quien de derecho le pertenece”, sentencia con remota amargura, Mercedes Ucañan, en la milenaria lengua de sus ancestros.
El 23 de enero de 1992 la asamblea regional de la Región La Libertad dictó una resolución Legislativa que declara Reserva Protegida, a las 46.72 hectáreas de totorales ubicados en la caleta de Huanchaco. Se dispone su uso exclusivo para el cultivo, crecimiento y secado, y aprovechamiento racional de la totora, así como para las investigaciones científicas.
Pero la ley no ha sido suficiente para detener el avance del cemento y las autoridades encargadas de su cumplimiento no parecen preocuparse por tan indignante depredación. La destrucción de los totorales de Huanchaco no solamente constituiría un auténtico crimen ecológico sino que significaría aniquilar la esencia de una de las más hermosas tradiciones de nuestros pueblos.
La costa central y sur del Perú tiene como característica fundamental la ausencia de precipitaciones así como altos niveles de humedad y nubosidad. Estas condiciones han definido: gramadales, lomas Tilandsiales, cactáceas y montes ribereños. Todas estas formas de vegetación tienen por virtud el haberse sabido adaptar a la carencia de precipitaciones. Las tillandsias por ejemplo aprovechan el rocío de la mañana que se condensa sobre sus hojas y cae en su centro. Las lomas aprovechan las nieblas cargadas de humedad que en los meses de mayo a agosto se estrellan contra las laderas de algunas zonas de la costa. De esta manera, al inicio de la primavera ocurre una explosión de color y vida en estos espacios.
En Trujillo y la costa norte del Perú tenemos precipitaciones a inicios de año y un mayor brillo solar. Estas condiciones han definido grandes tipos de vegetación como son: manglares, chaparrales, ceibales, algarrobales y sapotales. Todos estos conjuntos alcanzan la fase arbórea (llegan a convertirse en árboles) debido a las estrategias que desarrollan para acceder al agua.

Chavimochic

El Proyecto Especial Chavimochic en la costa norte del Perú, fue iniciado por el INADE (Instituto Nacional de Desarrollo), en la década de 1960, en el 2003 se efectuó la transferencia del mismo al gobierno regional de La Libertad.
Se extiende en la parte baja de las cuencas de los ríos Santa, en el cual se ubica la bocatoma principal, Chao, Virú, Moche y Chicama. El objetivo del Proyecto Especial es el de garantizar el agua de riego en los perímetros de riego de las partes bajas de las cuencas mencionadas.
El área total irrigada beneficiada por el sistema es de 144 385 ha, de las cuales se han ganado al desierto 66 075 ha, en las zonas entre los valles. Además garantiza el suministro de agua a 78 310 ha de tierras de los valles que ya eran cultivados, pero que no tenían el agua garantizada todos los años.
El proyecto especial de las nuevas tierras de regadío de “Chavimochic”.
Se puso en marcha con las esperanzas de un proyecto para generar trabajo, y divisas por la exportación de la producción a mercados exteriores. Este proyecto, hoy en día es una floreciente realidad que ha situado al Perú como el mayor exportador mundial de algunos determinados productos hortícolas.
Fue posible gracias en parte a la iniciativa privada de diversas empresas que enfocaron el cultivo y la producción de diversos productos hortícolas según las necesidades de diversos mercados consumidores, preferentemente de Europa y América del Norte.
Se cultivan diversos productos hortícolas siempre con estudios de mercado y con vista a la exportación que integra a mercados exteriores de productos tales como espárragos o alcachofas que se exportan principalmente por el aeropuerto Carlos Martínez de Pinillos de Trujillo.

 

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